A pesar de la reacción adversa que tenemos cuando hablamos de radares, parecida a comerse un limón, debemos reconocer que los sistemas de vigilancia y control del tráfico son elementos necesarios para mantener la seguridad en las carreteras.
Si bien hay radares muy criticados por su evidente finalidad recaudatoria y que se alejan de su función principal de proteger a los ciudadanos, debemos reconocer que los hay que lo hacen con mucho ingenio. ¿Creías haberlo visto todo con la DGT?
En la desértica región de Arizona, en los Estados Unidos, los sheriffs locales se han puesto creativos a la hora de esconder sus cámaras y radares: han instalado varias unidades de falsos cactus dónde, en su interior, albergan un sistema de cámaras con lectores de matrículas para la detección de posibles vehículos robados o el seguimiento de fugitivos.
Aunque en éste caso no está previsto el equipamiento con radares de velocidad, esta solución abre un nuevo abanico de posibilidades a las autoridades, puesto que les va a permitir llevar un control muy exhaustivo del tránsito de una manera mucho más discreta.
¡Y más!
Si bien son muy polémicos, debemos reconocer que algunos de los radares tienen su gracia y originalidad. En Suiza, dónde son muy patriotas, no han dudado en pintar sus radares con algunos de sus productos típicos. Si bien no pasan precisamente desapercibidos, fotografían con efectividad a los infractores, y ¡siempre resultará más simpático encontrarte un radar con aspecto de queso gruyere! En suiza también las tienen de tamaño muy reducido, hasta el punto de que pueden integrarlas en los guardarraíles y en Alemania las esconden dentro de falsos cubos de basura.
¡No te fíes ni un pelo si no quieres recibir una postal de recuerdo, recuerda que la DGT las envía contrareembolso y con riesgo de perder puntos!
En CONVI apostamos por el sentido común de cada conductor y el respeto a los demás usuarios de la vía: conduce con precaución